Fueron semanas de lucha junto a secundarios, terciarios y otras facultades y en unidad con los trabajadores. Semanas de tomas, masivas asambleas, y grandes interestudiantiles. Cortes de calles, movilizaciones como la de “La noche de los Lápices” con más de 20 mil estudiantes copando la Plaza de Mayo, y otras medidas de lucha como la toma del Ministerio de Educación de este miércoles que atacaron tanto los Macri como los K.
Mientras los K intentan llevar adelante su operativo de reconquista de la juventud, con su acto en el Luna Park, en distintas facultades empieza a dar un paso al frente un movimiento estudiantil que enfrenta las políticas del gobierno y busca aliarse con los trabajadores en las calles. Y en estas semanas derrotamos los planes de los dekanos que pusieron sus fichas para poner nuestras facultades al servicio del proyecto “nacional y popular” de Cristina.
Durante todo este tiempo, la unidad de secundarios, terciarios y universitarios puso de manifiesto la crisis estructural de la educación pública, de la cual no es sólo responsable Macri, sino también, como mostraron las tomas de Filo y Sociales, entre otras, son responsables el gobierno nacional, los decanos K y los gobernadores, como muestra la lucha actual de los estudiantes de Córdoba.
Nuestra lucha con independencia política de todos esos sectores, así como de la centroizquierda de Pino Solanas que salió a atacar las tomas, comenzó a mostrar en manos de quien está la solución a la crisis de la educación pública. También la unidad que comenzamos a forjar con los trabajadores, como el 16 de septiembre marchando con los obreros de Paraná Metal, muestra embrionariamente la alianza obrera y popular que puede y debe desarrollarse para dar respuesta a los grandes problemas nacionales, como lo son también la salud y el trabajo.
Contra lo que quisieron ocultar los medios y el propio gobierno nacional, como este miércoles una vez más el Ministro Sileoni, somos miles en la lucha y en las asambleas en las que decidimos cada paso a seguir. Y para que esta lucha no se diera de forma dividida, lugar por lugar, nos dotamos, a propuesta de En Clave ROJA y No Pasaran, de un nuevo organismo que permitió coordinar la lucha entre los distintos sectores y pelear en unidad: la asamblea interestudiantil que, por ejemplo, votó con más de dos mil estudiantes, desde las bases, la convocatoria a la gran movilización del 16 de septiembre que fue fundamental en nuestra lucha. Como parte de la pelea que damos desde hace años contra el vaciamiento y el burocratismo de organizaciones como la FUBA, desde En Clave ROJA y No Pasarán impulsamos el surgimiento de este organismo de autoorganización y coordinación en el que todos los compañeros somos protagonistas de las decisiones del movimiento, para que emerja desde abajo la unidad y la fuerza para ganar. La primera interestudiantil fue la asamblea más grande de por lo menos los últimos 10 años, y mostró una práctica opuesta a los Congresos de la FUBA vacíos de participación. Organismos de este tipo, y la necesidad de revolucionar los centros y federaciones, es una de las importantes lecciones que deja este conflicto para seguir construyendo un nuevo movimiento estudiantil.
De esta gran lucha por la educación pública, empezada por los secundarios, salió también la fuerza para mantener tomas prolongadas de más de un mes en Filo y Sociales, sostenidas por asambleas masivas y periódicas, acompañadas de cortes y movilizaciones. Mientras el gobierno se jugaba a decir que nuestra lucha era minoritaria, le respondimos con la participación de miles de estudiantes. Luego intentaron quebrar la lucha desde adentro con sus agentes de La Campora, el Evita y la UES, en alianza con los radicales y el PRO, y fueron nuevamente derrotados. Entonces apostaron al desgaste de las medidas, pero las tomas se mantuvieron fuertes hasta triunfar.
El triunfo de Sociales y Filo demostró que nuestra lucha era justa, y que la posibilidad de que respondan a nuestras demandas era una cuestión de voluntad política. Si los decanos K y el gobierno nacional no dieron respuestas a nuestras demandas antes, fue porque en esta lucha se jugaba mucho más: esta importante pelea enfrentó dos modelos de universidad profundamente distintos. Por un lado, quienes quieren hacer de Sociales y Filosofía bastiones del gobierno kirchnerista, teniendo a su servicio a los decanatos, a los consejeros, a las Juntas de carrera, a los intelectuales que integran Carta Abierta y a las agrupaciones K. Del otro lado, las victorias de Filo y Sociales contra los decanos K y el gobierno nacional, además de ser un gran paso en la defensa de la educación pública, muestran el camino para derrotar al kirchnerismo y luchar por un movimiento estudiantil aliado a los trabajadores, y por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario