por Juan Oribe, Vicepresidente del CEFyL. Dirigente Nacional de En Clave ROJA - PTS
Hace algunas semanas nos llegaron contravenciones del Gobierno de la Ciudad de Macri a mí como vicepresidente del CEFyL, a Jesica Calcagno, ex presidenta del CECSo, y a Patricio del Corro, secretario general del CECSo, a nuestras respectivas facultades por los cortes que realizamos en Callao y Corrientes el año pasado en apoyo a la lucha de Kraft-Terrabusi.
Se nos acusa de “obstrucción a la vía pública”, que según el Artículo 78 del reaccionario Código Contravencional es una falta sancionada “con uno (1) a cinco (5) días de trabajo de utilidad pública o multa de doscientos ($ 200) a un mil ($ 1.000) pesos”. Si ya la propia contravención por un corte de calle para repudiar la represión del gobierno nacional en la fábrica de Kraft y los despidos de esta multinacional yanqui es un ataque político a quienes nos solidarizamos activamente con los trabajadores, esta vez no se trata sólo de una simple contravención. Estamos ante una intensa tarea de inteligencia, persecución y espionaje contra las organizaciones estudiantiles, ya que la causa consta de tres cuerpos y más de 600 fojas legales con una minuciosa investigación de la Policía Federal sobre las organizaciones estudiantiles que participamos de los cortes. En la misma el fiscal de Macri, Aníbal Brunet, pide videos y fotos a medios de comunicación y a la Policía Federal, armando casi una base de datos con fotos de muchos de los estudiantes que participaron de los cortes, investiga a nuestra agrupación universitaria En Clave ROJA – PTS, reproduciendo volantes y comunicados de nuestra página web, y elabora informes detallados sobre cada corte de calle, identificando a varios compañeros por su filiación política como en nuestro caso. ¡Y no sólo eso! Pide hasta la intervención de la policía científica (que depende de Gendarmería Nacional) para “ahondar” sobre la identidad de quienes estamos imputados. Está claro que semejante trabajo de inteligencia no se corresponde con una contravención por “obstrucción de vía pública”. ¡Esos son los métodos PRO del macrismo, los métodos de persecución y espionaje para criminalizar la protesta social!
Quieren amedrentarnos con su trabajo de inteligencia de 600 fojas, pero por el contrario, que un empresario reaccionario como Macri nos persiga y espíe nos reafirma la convicción en que estamos recorriendo el camino correcto. Y no sólo le vamos a parar la mano (dura), ¡sino que le vamos a doblar la apuesta!
Salir a las calles contra las causas, el espionaje y la reforma reaccionaria del Codigo Contravencional, y por la unidad obrero- estudiantil
No nos equivocamos cuando el año pasado cientos de estudiantes salimos a las calles haciendo concreta la alianza obrero-estudiantil. Recién dimos los primeros pasos, pero ya alcanzaron para alertar a unos cuantos. Por eso el facho de Macri inicia esta investigación con la Federal y la nueva Policía Metropolitana, con una política de criminalizar la pobreza y la protesta social. Y el gobierno kirchnerista “de los derechos humanos” muestra su hipocresía poniendo a la Policía Federal a disposición del espionaje reaccionario de Macri. Bajo su gobierno “nacional y popular” las fuerzas represivas continúan espiando y haciendo “listas negras” como si estuviéramos en la dictadura militar. Ellos, el gobierno kirchnerista y el macrismo, quieren barrer con las huellas de esta nueva tradición que empezamos a soldar entre obreros, desocupados y estudiantes, una alianza de clase a la que le temen.
Tenemos que dar una respuesta contundente para estar a la altura de esta causa contra los estudiantes combativos. Tenemos que responder a la altura de semejante persecución y espionaje sobre nuestras organizaciones, que demuestran la continuidad de los métodos represivos y de inteligencia de la dictadura militar. Pero también necesitamos ser miles para estar a la altura de frenar los ataques de un fascista como Macri que quiere las calles libres de de trapitos, de pobres, de organizaciones combativas, de trabajadores y estudiantes, como lo demuestra su propuesta de reforma reaccionaria del Código Contravencional que pretende avanzar en la criminalización de la protesta y de la pobreza. Macri también quiere una Ciudad sin delegados combativos, por eso echó a Pablo Antonini de Contaduría, por pasar con el fondo de huelga de los obreros ceramistas de Stefani.
Y mientras el gobierno de la Ciudad nos persigue a nosotros, hoy también tienen causas estudiantes de Arquitectura; otros por la lucha del CBC de Merlo; el ex presidente del CECSo Germán Feldman está procesado por el Rector Hallú, y el ex presidente del CECSo y dirigente nacional del PTS, Octavio Crivaro, por haber apoyado la lucha de los trabajadores del Casino. Es la tarea del momento organizarnos y salir a las calles a enfrentar al gobierno reaccionario de Macri, y para seguir desarrollando la unidad-obrero estudiantil a la que ellos le temen.
Desde el CEFyL y En Clave ROJA – PTS estamos impulsando esta campaña militante, en cada curso, con asambleas, para organizarnos y preparar el jueves 22/04, día de la audiencia por las contravenciones, una gran movilización frente a la Fiscalía que demuestre que no nos van a amedrentar y que nos preparamos para ser muchos más soldando la alianza obrero-estudiantil en las calles. También convocamos el viernes 23 a la marcha que se realizará desde el espacio La Dignidad no se Privatiza desde el Obelisco a la Jefatura de Gobierno de Macri contra la criminalización de la pobreza y la protesta y contra el Código Contravencional. Llamamos también a los Centros de Estudiantes y a la FUBA a desarrollar esta campaña para enfrentar este ataque reaccionario sobre las organizaciones estudiantiles.
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