El viernes 20 realizamos en la carrera de Trabajo Social la charla ¿Es posible un Trabajo Social critico?, con la participación de más de 35 estudiantes. Esta charla fue impulsada por la agrupación En clave ROJA T.S conformada recientemente por compañer@s del PTS y estudiantes independientes.
La charla estuvo a cargo de Silvina Pantanali, docente adjunta de Trabajo III de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP y militante del PTS; quien desarrollo la perspectiva marxista (Histórico-critica) del origen y funcionalidad del Trabajo social. Situó el origen del trabajo social, en Europa, a fines del S XIX y principios del S XX, como respuesta de la burguesía a la “cuestión social” planteada por la clase obrera en las revoluciones de 1848 y la Comuna de Paris. Polemizando con la visión conservadora y “endogenista” del trabajo social que ubica el origen del Trabajo social como profesionalización de la filantropía y las “formas de ayuda” de la Iglesia y de las clases dominantes; planteo que en realidad el origen del trabajo social se ubica históricamente en los inicios de la fase imperialista del capitalismo y la necesidad de la burguesía de, no solo dar una respuesta represiva a las demandas colectivas de los trabajadores, sino también apropiarse de la “cuestión social” y dar una repuesta de contención desde el Estado fragmentando las políticas sociales (Salud, Educación, Trabajo, vivienda, etc.) y escondiendo que las causas estructurales de la miseria de los trabajadores se hallan en la explotación capitalista. En Argentina, el origen del trabajo social fue laico y estuvo ligado a los sindicatos por oficios impulsados por los inmigrantes socialistas y anarquistas quienes impulsaron las primeras escuelas de formación de lo que se llamo “visitadoras de higiene”. Como respuesta a las numerosas huelgas de los trabajadores, como la huelga de inquilinos, el Estado se va a apropiar de la cuestión social para desviarla y contenerla.
Hoy estamos viendo como luego de la ofensiva neoliberal que fragmento a la clase obrera en ocupados y desocupados, efectivos y contratados y con sus intelectuales buscaron sembrar la idea de que la clase obrera no existía mas, ese sujeto colectivo se empieza a poner de pie recuperando las comisiones internas y los cuerpos de delegados, para unir por abajo lo que la burguesía y sus burócratas sindicales dividieron y así enfrentar en mejores condiciones los ataques de los empresarios como en Terrabusi y en el Subte.
En el debate hubo varias intervenciones alrededor de la situación actual de la clase obrera y la conciencia de clase, de la relación entre la clase obrera ocupada y desocupada y de las recientes políticas sociales impulsadas por el gobierno como el Subsidio a la Niñez y el Programa de Cooperativas “Argentina Trabaja”: en primer lugar debatimos que las políticas sociales no son un regalo de ningún gobierno sino que son producto de relaciones de fuerza, viendo claramente que estas políticas surgen como respuesta al cuestionamiento que el gobierno viene teniendo por izquierda, de los trabajadores de Terrabusi y el Subte que viene ganando la calle y que alentaron la entrada en escena nuevamente del movimiento piquetero. Partiendo de esta realidad ambos planes impulsados por el gobierno son una confesión de que el trabajo en negro y la pobreza van a continuar y que a los sumo el gobierno otorga un subsidio miserable de 144 pesos por hijo, que para una familia con 4 chicos menores significa la irrisoria cifra de 576 pesos, el 10% de la canasta familiar (hoy en 4300 pesos) y el Plan Argentina Trabaja con un sueldo de 1300 pesos no llega ni a media canasta familiar; buscando de esta forma contener por un lado a los desocupados y trabajadores precarios, y por el otro presionar a la baja el salario. Para terminar verdaderamente con el flagelo de la desocupación y la pobreza, es necesario repartir las horas de trabajo entre todas las manos disponibles con un salario igual a la canasta familiar afectando la ganancia capitalista. Para esto es muy alentador el llamado del Plenario de Trabajadores clasistas, realizado en Neuquén, que plantea la necesidad de que los sindicatos, las comisiones internas y los cuerpos de delegados deben representar a tod@s l@s trabajador@s, efectivos, contratados, de agencia y coordinar con los movimientos de desocupados como los hicieron los trabajadores de Zanon en la Asamblea del Alto Valle.
Quienes conformamos la agrupación En Clave ROJA en Trabajo social queremos construir un nuevo movimiento estudiantil que este de pie junto a los trabajadores en sus luchas, recuperando los Centros de Estudiantes no para hacer centros kioscos vacios de participación sino centros militantes, que cuestionen la ideología que nos bajan en las cursadas como en nuestra facultad que nos “enseñan” a atacar solo las consecuencias de la explotación capitalista, como es la miseria, la pobreza, la salud, la vivienda; con una práctica asistencial del lado de las instituciones; en vez de aportar ideológicamente a desnudar y desentrañar las causas de la miseria de los trabajadores y los sectores populares y luchar junto a ellos por su transformación.
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