martes, 7 de abril de 2009

Manifiesto de En Clave ROJA frente a la crisis capitalista

FRENTE A LA CRISIS CAPITALISTA RETOMEMOS EL CAMINO DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DEL CORDOBAZO, ACABEMOS CON LA HERENCIA DE LA FRANJA MORADA

Una gran crisis, comparable a la depresión posterior al crack de 1929, ha comenzado en el corazón del sistema capitalista: los Estados Unidos. Las autoridades de EE.UU., los principales países de la Unión Europea y Japón, declaran que están en recesión. Los multimillonarios paquetes de rescate que votaron para evitar la quiebra y salvar a los grandes empresarios, a costa de mayores sufrimientos para los trabajadores y el pueblo pobre, se escurren como el agua entre los dedos.

Hoy “nacionalizan” bancos para evitar un colapso mayor. Países como Islandia se “argentinizan” y entran en default; las grandes multinacionales y empresas amenazan con despidos masivos. Este año, según la Organización Internacional del Trabajo, pueden llegar a 50.000.000 los nuevos desocupados en todo el mundo. El capitalismo no tiene más que penurias y pobreza para ofrecer a los trabajadores. Contra la utópica esperanza, alentada entre otros por Cristina Fernández, de que los países semicoloniales se “desacoplen” de la crisis de los países centrales, ya se ven en nuestro país los primeros efectos, con despidos, suspensiones, amenazas de quiebras, y también las primeras respuestas de los trabajadores y los sectores populares.

Son muchas las voces que pretenden reemplazar el “neoliberalismo” por medidas “keynesianas” de intervención estatal para “impulsar la demanda y mantener el empleo”. Saludan los planes “de estímulo” como el presupuesto propuesto por Obama (o las tibias medidas de Cristina para “alentar la producción” vía créditos al consumo), pero critican desilusionados los rescates multimillonarios a los bancos del mismo presidente afroamericano. Sin embargo es utópico querer conjurar una crisis brutal con tibias reformas. No se puede curar el cáncer del capitalismo con aspirinas. Lograrán, a lo sumo, posponer por un tiempo las grandes catástrofes que necesita el capitalismo para sobrevivir: quiebras, desempleo masivo, nuevas guerras y hambre. Recordemos que la “Gran Depresión” de la década del ´30 terminó, nada menos, que en una gran “intervención estatal” en la economía: la Segunda Guerra Mundial.

La crisis tira a la basura la inconmensurable cantidad de idioteces ideológicas que distribuyó la abrumadora mayoría de la academia en los últimos años. Hemos visto en las “Ciencias Económicas” los modelos matemáticos basados en “el mercado” como regulador del desarrollo armónico del capitalismo; las escuelas de Filosofía más renombradas afirmaron que vivíamos el fin de “los grandes relatos”, y descartaron toda posibilidad de revolución y superación del capitalismo. En Sociología, los “pensadores” con más publicidad fueron los que decretaron “el fin de la clase trabajadora” y que los asalariados pasaban a ser parte de los “excluidos”. Pero, ¿qué explicación pueden dar si reconocen que el desempleo se multiplicará en los próximos meses? ¿Serán “fantasmas” esos “no obreros”? No, lo único fantasmal son las ideas de la academia universitaria, que no resisten la gran crisis del capitalismo. Por haber difundido teorías como la del “fin del trabajo” las corrientes fundamentales de la academia son corresponsables de los ataques del capital contra los trabajadores, ya que colaboraron a minar su voluntad de lucha.
Desde En Clave ROJA queremos difundir un programa para que los trabajadores, junto al movimiento estudiantil y el pueblo pobre, se movilicen e impongan las medidas para no pagar esta crisis con más explotación y muerte. No existen más opciones frente a una crisis que los patrones descargan sobre el pueblo trabajador: o continuar con el movimiento estudiantil desmovilizado y despolitizado de la Franja Morada, y sus organizaciones burocratizadas, o retomar la senda del movimiento estudiantil combativo del Cordobazo, para que un sector importante de los estudiantes sea un aliado del movimiento obrero clasista. La gran mayoría de los centros y federaciones conducidos estos años por agrupaciones opositoras a la Franja, sean “independientes” (como La Bisagra en Córdoba) o partidistas (como el Frente 20 de diciembre en la FUBA integrado por el PO, el MST y el PCR), no han cambiado de raíz el movimiento estudiantil. La crisis exige un cambio radical.

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